martes, 30 de marzo de 2010

Santander (Septiembre-Octubre 2009)


Bueno bueno este viaje llevaba consigo un doble objetivo, el primero, y más importante, que se pudiera reunir un grupo de amigas, ya que una de ellas se iba por ahí de erasmus y posiblemente tardarían una temporada en volver a verse. El segundo era hacer un curso de inglés en la UIMP.

He de decir que el primer objetivo salió un poco... regular, jejejejejeje, lo dejaremos ahí. Una no pudo venir puesto que se iba a Londres (esta todavía te la guardo, no te creas que se me ha olvidado, jejejejeje). Una vez allí, y gracias a mi particular forma de ver la vida, creo que les terminé de estropear un poco el viaje, jejejejejejeje, desde luego esa no era mi intención, pero está claro que las cosas no siempre salen como uno quiere.

El caso es que pude disfrutar de Santander, gracias a una residente allí, conocí unos cuantos sitios que no había visitado nunca y que realmente me encantaron, como no podía ser de otro modo. La verdad es que Santander es un sitio genial, está lleno de rincones preciosos. Combina magnificamente naturaleza y modernidad.

Tuve que buscar un hostal para pasar la noche, la verdad es que el sitio no estaba mal, eso sí, estaba en Mordor y creedme cuando os digo que no exagero, jejejejeje. De echo estaba justo al lado de una fábrica cuya chimenea ardiente era mi referente para llegar allí, jejejejeje.

En cuanto a mí curso en la UIMP, la verdad es que estuvo muy bien. Fue una experiencia muy provechosa, tanto que elegí repetir este año, jejejejeje. Éramos como 100 alumnos, tal vez más, jejejejeje, es que como para contarlos a todos.

Mi compañero de habitación era un cachondo, Arturo o como yo mismo le bauticé, "Bona nit" (es que era valenciano, jejejeje). Un gran tipo, con el que hice grandes migas (como podéis ver en la foto de abajo).

Como ya he dicho, el curso fue genial, aprendí bastante inglés. Los profesores eran sin duda muy enrollados, de hecho pasé el sábado con una profesora en la playa, así que fijaos, jejejejeje.

Santander es un lugar increíble, que sin duda recomiendo a todos visitar siempre que os sea posible. Yo por mi parte estoy seguro de que volveré, después de todo, ahora conozco alguien allí.

2 comentarios:

Laphney dijo...

Gracias por esas bonitas palabras dedicadas a Santander. Recuerdo aquel día muy gratamente, la verdad es que cuando has mencionado tu particular forma de ver la vida, me he preguntado: ¿de qué habla? jajaja... Los buenos momentos crecen en el alma con la distancia, escribió Khalil Gibran. Bueno, lo dijo sobre los seres amados, pero aquí me vale también :)

Alberto dijo...

Yo también tengo un gran recuerdo de aquel día. Y estoy de acuerdo con el Khalil Gibran ese, jejejejeje, con el paso del tiempo todo me parece genial (me suele parecer genial casi todo en el mismo momento... jejejejeje).

Un besote y muchas gracias por ser una estupenda guía, jejejeje