viernes, 17 de junio de 2011

Eclipse de luna bajo el sol de media noche


Ayer pude gozar de un fenómeno curioso, un eclipse de luna. Si bien esto ya es de por si algo relevante, ya que se trataba de un eclipse total de luna, lo que lo hizo realmente especial fue poder verlo bajo esta claridad que nunca termina en Estocolmo.

Hace ya varias semanas que no vemos el cielo negro, a lo largo de la noche pasa por diversas tonalidades de azul, desde el claro al oscuro, pero ya no pasa por el negro, la fuerza de la luz debilita el poder de la oscuridad, lo que nos permite disfrutar de días eternos.

Bajo esas condiciones se dio el eclipse lunar, que sin la intervención de Gema (el destino tiene estas cosas a veces), me lo habría perdido.

Así que, con la mejor de las compañías, me situé en uno de los bancos que están sobre el lago, mientras veía como poco a poco la sombra de la tierra bloqueaba a la siempre intrigante luna llena. A lo largo del proceso, las aguas del lago parecían sufrir con este hecho, agitadas por el dolor golpeaban una y otra vez las rocas de la orilla.

Toda una experiencia

2 comentarios:

Flinkitunki dijo...

Qué guay, y menudo contraste lo de estocolmo, ahora si que se debe estar guay por ahí, con mucha luz durante todo el día. Aunque me temo que eso sin cortinas podría ser un infierno,jeje

Alberto dijo...

La verdad es que ahora es una gozada, es una ciudad completamente distinta.

Y lo de las cortinas... pues chica, al final a todo se acostumbra uno, aunque bueno, viviría (o dormiría) mejor con ellas.