martes, 4 de octubre de 2011

Agradecimientos

Unos días han pasado desde mi regreso a casa. Me ha dado tiempo a pensar, y ahora que por fin tengo ganas de escribir me gustaría dedicaros unas palabras a aquellos que habéis pasado este año conmigo.

Tuve la oportunidad de comentarlo con alguno, pero bueno, así hago partícipe a todo el mundo de este pensamiento. Me marcho de Suecia con una gran alegría, alegría por la de cosas que he hecho, por la enorme cantidad de viajes que he llevado a cabo, por la cantidad de visitas que he recibido (la cual sinceramente jamás pensé que llegarían a ser tantas) y por la gente que he conocido, tanto dentro del ICEX como fuera de él. Pero también me marcho de Suecia con cierto pesar, con la pena de no haber podido pasar más tiempo con la gente de allí, hacer más cosas juntos, conocerles mejor y, sobre todo, dejar que me conociesen mejor.

Yo soy así, me gusta mantener las distancias, no me abro fácilmente a los demás. Considero que la verdadera amistad se fragua así, pasito a pasito, ladrillo a ladrillo, lentamente. En ocasiones puedo parecer frío o distante (al final sólo es al superficie), lo que no quita que me interese por los demás y que me importen, pero cuando se me llega a conocer se descubre la auténtica realidad.

Cuesta expresar con palabras lo que ha supuesto para mí este año, así que no lo intentaré, pero lo que sí haré será expresar mi agradecimiento a todos lo que formaron parte de él.

Muchas gracias a todos.

Nos vemos pronto.

viernes, 30 de septiembre de 2011

Un año en cifras


Supongo que este es un buen momento para recapitular un poco las cosas que he hecho este año, y como no hay nada más objetivo que los datos, aquí van unos cuantos:

- Aviones: 49
- Barcos: 2
- Trenes: 1
- Días viajando: 93
- Países nuevos visitados: 10
- Visitas: 30
- Días con visita:85

Y lo que es más sorprendente, un nuevo amigo, lo cual es uno más de lo que esperaba encontrar, y unos cuantos que bien pudieran llegar a convertirse en buenos amigos... el tiempo lo dirá.

Sin duda alguna un año de lo más interesante pero, como reza la imagen que ilustra esta entrada, lo mejor está siempre por llegar.

Muchas gracias a todos los que han compartido mi vida este año. Esta página del libro concluye hoy pero, quién sabe, tal vez en la próxima nos volvamos a encontrar.


lunes, 26 de septiembre de 2011

Cosas (materiales) que echaré de menos de Estocolmo

En la línea un poco de Lester comentaré las cosas, que a mi entender, más echaré de menos a mi vuelta a Spain.

Mi bici:

No hay nada que echaré más de menos que mi bici. Es un gran hierro oxidado, que casi no frena, las ruedas rozan contra el cuadro.... pero me encanta. Cualquiera que hable conmigo (o que lea este blog) sabe cuánto disfruto con ella. Es uno de mis hobbies, pero también es mi medio de transporte. Con ella recorro la ciudad a la velocidad del rayo.

Mi casa:

Qué pudo decir... llevo un año viviendo en ella, así que ya forma parte de mí. Sencilla, sin grandes lujos, práctica, funcional y un poco desordenada, vamos, un poco a mi imagen y semejanza. Su localización es una gozada, cerca de todos sitios, pero a la vez en un barrio tranquilo. Tener el lago Mälaren a un paso es otro punto a su favor.

La leche:

Los lácteos en general, pero la leche en particular será algo que echaré de menos. La leche en Suecia es semifresca, vamos, que te dura 5 o 6 días como mucho, lo cual es un coñazo, puesto que no puedes ir y comprar bricks para un mes. Como contrapunto a esto, resulta que está muy buena, y eso lo dice alguien que no es precisamente un defensor del consumo de leche (y que sola le gusta de poco a nada). Como decía al principio, los lácteos son excelentes, me encanta la mantequilla (creo que es la clave del éxito de mi super quesada) y el yogur, el cual también compro en brick.

Los kanelbullar:

Bollo típico sueco que me descubrieron mis primas Lorena y Virginia. Bueno, técnicamente yo sabía de su existencia, pero no fue hasta su visita que los probé, desde entonces... vivo enamorado, y le he contagiado ese amor a Gerardo, jejejejeje. Su consumo es obligatorio siempre que viajo a Arlanda, creo que hay una ley promulgada por aviación civil que insta a los pasajeros a comerse un kanelbullar siempre que se va al aeropuerto... y si no la hay, pues como si la hubiese, porque nosotros no perdonamos una.

Los escotes.

De sobra conocido es que las suecas son famosas por su belleza. Para los españoles las suecas son todo un mito erótico, sin duda culpa de ello la tienen Alfrendo Landa y sus colegas en aquellas "fascinantes" películas de los 60-70. Pero como aquí estamos hablando de cosas, y no de personas, habrá que destacar algo, y ese algo es el tamaño de los escotes. No es que las chicas vayan más escotadas, sinceramente no lo creo, pero lo que rellena esos escotes sí es más abundante.

Mi baño.

Sé que ya he hablado antes de mi casa y, técnicamente, el baño forma parte de la misma, pero hay dos elementos que deseo resaltar:
- Toallero: El toallero está formado por las tuberías del agua caliente, por lo que está ardiendo al tacto. De este modo las toallas en él depositadas siempre están calentitas.
- Grifo monomando de la ducha: La ducha es una gozada, el grifo tiene un selector donde seleccionas la temperatura de forma que cuando abre el grifo al instante sale como tú quieres. No tienes que tirarte media hora dándole un poquito a la caliente y un poquito a la fría...

Los cineforum.

Porque ver una película solo... pues es entretenido. Hacerse la cena para uno mismo... pues no está mal. En cambio, si combinamos ambas actividades y además le añades una gran compañía... el resultado es espectacular. Los cineforum son el momento ideal para experimentar e innovar, lo hacemos con la cena, inventando nuevos platos o probando nuevas combinaciones, y lo hacemos también con las películas, tirando unos días de clásicos y otros de la suerte. Las noches de cineforum se echarán de menos.

Y así no están todas las que son, pero sí son todas las que están...

lunes, 5 de septiembre de 2011

Noches en Estocolmo

Uno de los aspectos que positivamente sé que más echaré de menos cuando me vaya de Suecia serán los paseos nocturnos en bicicleta.

Me gusta salir con los compañeros de aquí, tomarme algo con ellos, echarnos unas risas y todo lo que trae consigo el "ritual de salir", pero lo que más disfruto, con gran diferencia, es la vuelta a casa.

Cuando me despido de todo el mundo y los únicos que quedamos somos mi bici y yo, ese es el mejor momento de la noche, la soledad, y la carretera para disfrutar de ella.

En ocasiones me gusta ir despacio, fijándome en cada detalle de la ciudad; los edificios, las calles ténuemente iluminadas, los canales... En cambio, en otras ocasiones me gusta ir deprisa, a toda velocidad, volando sobre el asfalto. De un modo u otro, resulta un placer sentir la brisa sobre el rostro, sentir cómo el viento acaricia tu pelo mientras la luna celosa lo contempla todo desde arriba.

Creo que por lo único que lamento no tener una cámara de verdad es por no poder sacar fotos nocturnas de Estocolmo, lamento no poder compartir lo que mis ojos ven cada noche, pero bueno, pensándolo egoistamente, me doy cuenta de que de este modo será otro secreto más que quedará entre esta ciudad y yo.


lunes, 15 de agosto de 2011

Riga: Girls, guns & party

Chicas, armas y fiesta reza el título de esta entrada (para aquellos menos duchos en la lengua de Shakespeare), todo eso nos ofrecía Riga y eso fue precisamente lo que encontramos allí, así que subid a bordo que el viaje va a comenzar, ¡¡salud!!

Riga la capital de la República báltica de Letonia. Es la ciudad más grande de los estados Bálticos y el mayor centro cultural, educativo, político, financiero, comercial e industrial de la región.

El centro histórico de Riga ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, ya que Riga posee la mejor [cita requerida] colección de edificios de Art Nouveau en toda Europa. La capital letona ha sido elegida como Capital Europea de la Cultura en el año 2014. Pero es que, además de todo eso, nos dejaban jugar con pistolitas... bueno, a decir verdad, nos dejaron jugar con algo más que pistolitas...

Con una oferta así, ¿cómo resistirse? ¡imposible! Así que Gerardo, Fernando y yo nos lanzamos a un fin de semana por la capital letona, había que darlo todo, no podíamos dejar en mal lugar la fama de "cierrabares" que tenemos los españoles, y estoy seguro de que se acordarán de nosotros.

Lo bueno de salir con Fernando es que uno sabe cómo empieza la noche, pero no cómo terminará o más concretamente, con quién terminarás. En esta ocasión dimos con un grupo de militares escoceses que habían ido a Riga de despedida de soltero. Se alojaban en nuestro mismo albergue y , en las fotos, el novio es claramente identificable, después de todo iba vestido con traje de novia.

El espectáculo estaba asegurado, escoceses borrachos y españoles con ganas de juerga, no creo que Riga estuviese preparada para semejante combinación. La noche fue ES-PEC-TA-CU-LAR y se generaron miles de anécdotas para recordar dentro de mucho tiempo mientras nos tomamos una cerveza... ¿por ejemplo? Pues bien, la pareja que aparece en la foto son el dueño del albergue en el que nos alojamos y su mujer, a los que conocimos en una discoteca y que terminaron pagándonos alguna ronda después de que su mujer fuese magreada por la tropa inglesa.

Pero claro, no sólo de fiesta vive el hombre, también tuvimos tiempo para recorrer la ciudad, pasear por sus calles y, sobre todo, disfrutar de su gastronomía, no muy variada, pero sí muy muy apetitosa.

Sin duda un gran fin de semana, fiesta a raudales, una bonita ciudad, pero sobre todo, una inmejorable compañía.









Y para terminar... YO, una máquina de matar


domingo, 7 de agosto de 2011

La Hora del Ángel


SINOPSIS:

Con La hora del ángel, primer volumen de su nueva serie, Anne Rice retoma su narrativa más oscura para convertir a los ángeles en protagonistas.

Toby O’Dare, un famoso asesino a sueldo, es un hombre despiadado que recibe órdenes del Hombre Justo. Se mueve en un mundo de pesadilla hasta que aparece un forastero misterioso, un serafín, y le ofrece la oportunidad de salvar vidas en lugar de destruirlas.
Viaja atrás en el tiempo hasta la Inglaterra del siglo XIII, y en ese escenario primitivo, comienza su peligrosa búsqueda de la salvación: una odisea llena de lealtades y traiciones, de egoísmo y amor.

OPINIÓN:

- ¿ Es el género de éste libro uno de tus favoritos ?

Mientras me documentaba para escribir esta entrada (cosa que procuro hacer siempre) he leído que esta novela viene enclavada en el género del terror, ¿terror?... sinceramente no sé quién es el responsable de elegir los géneros, pero a mí no me parece una novela de terror. Como no sé dónde enclavarla diré que Anne Rice es de mis escritores favoritos, y ya está.

- ¿ Cuál ha sido tu personaje favorito y por qué ?

Toby O’Dare, por supuesto, el protagonista de la historia. Un hombre oscuro, atormentado, pero que es más de lo que aparenta.

- ¿ Qué es para ti lo mejor de la historia ?

La mezcla entre lo real y lo imaginario, entre lo posible y lo que todos pensamos que es imposible pero que el libro hace que suene razonable.

- ¿ Qué te ha parecido la forma en que se narran los acontecimientos, es un libro que invita a ser leído ?

Desde luego, aunque claro, no soy alguien muy objetivo a este respecto, puesto que Anne Rice se encuentra entre mis escritores favoritos y es, sin duda alguna, de quien más libros he leído.

Su estilo narrativo es muy personal, y es una constante en todos sus libros (al menos en la mayoría), por eso es tan fácil que te si te gusta uno, te gusten todos. Abundan las descripciones, pero de un modo muy peculiar, puesto que no describe para que lo veas todo, sino que lo hace para que te sientas dentro de la historia y sea tu imaginación la que componga los pedazos. Ella te da el lienzo con unos esbozos, tú eres el encargado de terminar el cuadro.

- Nota (1-10)

Le pongo un 8. Rompe con sus personajes habituales, Lestat y compañía, pero sabe crear otros con el mismo carisma.

viernes, 5 de agosto de 2011

Visita de mis padres

Al final acabó produciéndose, la "temida" visita de mis padres, pero todo fue bien, en realidad fue mejor que bien, fue fenomenal.

Yo tenía mis dudas con respecto a esa visita, tenía duda de ver cómo nos apañaríamos los tres en mi piso, después de todo, no es demasiado grande, por lo que no podemos disponer de demasiado espacio para cada uno, además de que tenía mis dudas en cuanto a cómo se apañarían ellos aquí, un país extranjero, pero como decía antes, todo fue sobre ruedas.

Aprovechando que tenía que bajar a España para asistir a la boda de unos amigos, saqué un billete de avión a mis padres para mi día de regreso, de ese modo yo podía guiarles en todos los pasos por el aeropuerto, tanto de Madrid como el de aquí, de Arlanda. Así ellos vinieron mucho más tranquilos, con la seguridad de que no se perderían ni tendrían ningún problema lingüístico.

Lo cierto es que si me pongo a pensar, este el primer viaje que hacemos los tres juntos, al menos desde hace un buen puñado de años, tantos que casi ni me acuerdo. Creo que la última vez que viajamos todos juntos fue a Benidorm, al hotel Fenicia, cuando yo no debía tener más de 10 años (y muchos me parecen, yo diría unos 8). Después, mis viajes junto a ellos se dieron únicamente con uno de los dos, pues el otro se tenía que quedar cuidando de mi abuelo. Así que han pasado la friolera de 20 años...

En mi familia siempre hemos sido muy independientes, hemos funcionado muy bien solos, sobre todo mi madre y yo. Mi padre... también, pero cuando le interesa. Supongo que eso era lo que me preocupaba, que por estar en un país extranjero de pronto se volvieran dependientes de mí, que tuviese que estar pendiente suya. Pero nada más lejos de la realidad, ellos funcionaron solos a las mil maravillas, junto a mí recorrieron la ciudad, les enseñé los sitios más importantes, pero ellos tuvieron tiempo, y sobre todo ganas, de descubrir por sí mismos.

La verdad es que recorrimos toda la ciudad, fuimos al palacio real, al cementerio patrimonio de la UNESCO, hasta pudimos disfrutar de las tipiquísimas barbacoas a la orilla del lago. Juntos disfrutamos de la ciudad, tanto de día como de noche (mi madre quedó gratamente sorprendida de la Estocolmo nocturna) y se marcharon con la sensación, yo también, de que habían estado muy poquito tiempo. Si por ellos hubiese sido, se habrían quedado 2 meses.

No se puede decir que mis padres no disfrutaron aquí pues vinieron, estuvieron y se fueron con una sonrisa dibujada en su cara: