Realmente no sé ni cómo se llama, pero como digo, es una comida que realmente me encanta y además es muy sencilla de hacer, eso sí, bastante laboriosa de hacer, requiere un buen rato hacerla, pero seguro que la disfrutaréis al máximo.
INGREDIENTES PARA 2 PERSONAS

- Tres patatas pequeñas (o cuatro).
- Dos cebollas.
- Dos huevos.
- Aceite.
- Sal.
PREPARACIÓN

- Pelamos las cebollas y las freímos a fuego lento hasta que se queden doraditas y las separamos en un plato.
- Repetimos la operación con el calabacín. Yo lo hago pequeños daditos de 1 cm de lado aproximadamente. Según se va haciendo se queda como una pasta blanquecina, añadimos una pizca de sal. Cuando está hecho queda más o menos doradita, lo separamos al plato de las cebollas.
- Ahora le llega el turno a las patatas. Una vez peladas las cortamos muy finitas. A mí me gustan así porque cuando las fríes acaban apelmazadas y les da un punto muy bueno. Hacemos lo mismo que en los pasos anteriores, las freímos a fuego muy lento con una pizca de sal.
- Añadimos a la sartén el calabacín y la cebolla que habíamos separado previamente y lo revolvemos todo.
- Batimos los huevos y se los echamos al revuelto que hemos preparado. Removemos todo hasta que quede el huevo cuajado y el plato está listo.
VARIANTES
- Como veis el plato es sumamente sencillo, se tarda un rato largo en hacer puesto que tienes que freír cada cosa por separado y a fuego lento para que quede blando. Seguro que añadirle unos pimientos le iría que ni pintado.
Espero que os guste a todos tanto como a mí