
¿Ya era hora, no?
Y así es señoras y señores, ayer visité por primera vez en la vida un Ikea (aunque bueno, esto no es 100% cierto porque había ido a comer una vez en Madrid). Gerardo, el becario del Gobierno Vasco, quería ir a comprar algunos trastos para su nueva casa, y yo me ofrecí a acompañarle.
Tras una serie de intentos fallidos, ayer por fin conseguimos llegar. Resulta que Ikea ofrece un servicio gratuito de autobuses, pero dichos autobuses sólo funcionan de lunes a viernes, como bien pudimos comprobar tras dos sábados intentando ir.
Lo cierto es que no tenía nada que comprar, pero ya que estaba por allí pues aproveché para comprar algunos chismes para la cocina, como un molde rectangular, unos manteles individuales o un par de platos hondos.

Supongo que lo mejor del día fue el kanelbullar por cinco coronitas que nos comimos allí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario