viernes, 21 de mayo de 2010

Santiago y Coruña (Diciembre 2009)

Este fue un viaje que no tenía planeado, jejejeje, "como tantos otros" dirán aquellos que me conozcan mejor, jejejejejeje, pues sí, es cierto, no suelo planear mucho los viajes, pero en 2009 no contaba con hacer más, puesto que ya estaba un poquito (por no decir un muchito) cansado de tanto avión, el caso es que una chica preciosa tuvo a bien invitarme a visitarla, por lo que no me pude resistir.

Con esta visita a Galicia, ya conozco todas las autonomías penínsulares, tan solo me falta Canarias para haber estado en las 17 autonomías, jejejejejeje, así que tendré que hacer alguna escapada para así poder conseguirlo.

Esta amiga estudia en Coruña, así que cogí un avión del señor Ryan y me planté en Santiago de Compostela, ciudad que tenía muchas ganas de visitar, para luego coger un tren hasta Coruña donde me esperaba ella amablemente.

He de decir que Santiago me impresionó muy gratamente, el autobús que cogí en el aeropuerto me dejó al norte de la ciudad (algo retirado del centro), por lo que aproveché para acercarme a ella dando un paseo mochila en mano cual peregrino.

Creo que fue eso precisamente lo que me impresionó, caminar por unas calles que vienen recorriendo peregrinos durante más de 1000 años. Uno casi podía sentir la respiración de toda esa gente, sentir su cansancio pero a la vez su inmensa satisfacción por haber conseguido llegar a su destino, la Plaza del Obradoiro y la Catedral de Santiago.

Hablando con algunas personas que conocen Santiago me comentaban que a ellos tampoco les pareció "tanto" aquello, he de decir que para mí sí lo fue. Tal vez porque el espíritu del peregrino se apoderó de mí e hizo que lo viviera como uno más, pero ver la entrada de la catedral me emocionó profundamente, de hecho, pasé un buen rato sentado junto al ayuntamiento contemplándola antes de entrar.

Tras mi visita a la catedral y recorrer bien la parte antigua de la ciudad, me dirigí a la estación de tren para coger uno con dirección a Coruña.

En Coruña me esperaba Leila, uno de los fantásticos descubrimientos de Malta, todo un regalo.

Lo bueno que tuvo este viaje es que no "tenía que ver nada", no es como cuando uno viaja a Venecia, que tiene que ver la Plaza de San Marcos, el puente de Rialto, etc. Aquí no tenía nada que ver, tan solo disfrutar de la compañía y pasear por la ciudad descubriendo sitios interesantes. Supongo que ese carácter distendido es lo que hace que lo disfrutes todo más.

Por supuesto como buenos turistas nos acercamos a la torre de Hércules dando un paseo por el paseo marítimo. Pese a que el tiempo era bastante bueno, teniendo en cuenta las fechas a las que estábamos, sí es cierto que hizo algo de aire, lo cual era un poco molesto, pero bueno, mientras no lloviese la cosa no estaría mal (y así fue, jejejejeje).

Como ya he dicho, nos dio tiempo a recorrer la ciudad, pasear tranquilamente y charlar, que eso siempre es lo mejor de todo.

Tengo algunas fotos muy jugosas, pero creo que Leila se enfadaría si las pusiera (sin el creo, estoy seguro, jejejejejeje) así que las guardaré para nosotros, jejejejejeje.



















Y eso es todo, tan solo estuve allí un par de días, por lo que tampoco dio para mucho más. Si mi memoria no me falla creo recordar que fui la primera visita que tuvo y por supuesto me trató estupendamente, así que me encantaría volver algún día por allí.

Ah, lo olvidaba, la buena de Leila me obsequió con una de sus fabulosas tortillas de patata, todo un manjar al alcance de muy pocos.

¡Muchas gracias por todo Leila!

jueves, 13 de mayo de 2010

Darmstadt (Mayo 2010)

Y al fin llegó el día, esta es la primera entrada que hago sobre un viaje planeado, jejejejejeje.

Este viaje tenía un objetivo claro: visitar a mi querida Ruth a la que no veía desde diciembre y ya de paso conocer un poco de Alemania, país del cual solamente conocía el fabuloso aeropuerto de Frankfurt-Hann donde había pasado la noche a la vuelta de mi viaje por Croacia.

Porque si tienes suerte, Ruth puede llevarte al séptimo cielo, así de agradable es su compañía, por eso no dudé un instante en salir volando a su encuentro, porque estaba convencido que aquello merecería la pena sin lugar a dudas.

A lo largo de esta semana allí pude conocer bastante bien la propia ciudad de Darmstadt y además visitamos las ciudades de Frankfurt, Oppenheim y Mainz, así que la cosa no estuvo mal.

Ahora que me pongo a escribir sobre ello (y tras mirar las fotos) resulta que en Darmstadt no tiramos ninguna, jejejejejeje, así que echaré mano del blog de Ruth para ilustrar un poco esta parte.

Lo más importante que hay allí, sin duda alguna es la Ruthsstrase (o calle de Ruth), la cual nos muestra en la foto con orgullo, jejejejeje. Darmstadt es una ciudad universitaria, la prueba es que media ciudad está formada por edificios de la universidad. Es un sitio tranquilo, donde uno puede desplazarse tranquilamente andando disfrutando del estilo arquitectónico de la ciudad o bien adentrarse en alguno de sus parques a escuchar el canto de los pájaros.

Ruth tuvo la amabilidad de alojarme en su casa (en la foto algo nevada, en el viaje solo llovió un poco, pero nada serio) y compartir parte de su preciado tiempo conmigo. También me presentó a la mayoría de sus amigos allí, gente realmente muy agradable, no me extraña para nada que Ruth esté tan contenta.

Frankfurt me gustó bastante, Ruth me hizo el recorrido con el que obsequia a sus visitas y la verdad es que no tiene desperdicio, aunque comprendo que la pobre esté un poco hasta las narices de hacerlo, y sobre todo ahora, cuando las visitas le llegan una semana sí y otra también, jejejejejeje.

En Frankfurt se combinan dos estilos de ciudad, por un lado es una ciudad cosmopolita plagada de rascacielos, tuvimos la oportunidad de subir a uno y he de decir que las vistas son realmente impresionantes. Por otro lado, conserva las casas antiguas con ese estilo arquitectónico alemán tan particular que dan a Frankfurt un aire de ciudad pequeñita o pueblo muy interesante.

Otro dato a tener en cuenta es que gracias a la bondad alemana no me gasté un céntimo en transporte ya que contaba con una tarjeta de estudiante, por lo que pude ahorrarme un buen dinerito, jejejejejeje.

Unas fotillos de Frankfurt:



















En cuanto a las visitas a Oppenheim y Mainz la cosa fue un tanto desigual. La visita a Oppenheim fue un poco desastre, porque se supone que íbamos a una especie de festival medieval que se organiza allí. Cuando llegamos resulta que había que pagar bastante para entrar por lo que decidimos pasar, además, para colmo, el día estaba algo lluvioso por lo que la cosa no pintaba demasiado bien.

Como la mañana en Oppenheim no nos había ido muy bien, Ruth y yo decidimos probar suerte en Mainz y pasar por allí la tarde. Afortunadamente la cosa mejoró y nos hizo una tarde estupenda que aprovechamos para recorrer la ciudad.

Allí está todo un poco pensado a lo grande, porque estos alemanes son así y te montan una playa en la orilla del río porque ellos lo valen.

He de reconocer que Mainz me gustó bastante y como somos muy coquetos aprovechamos cualquier reflejo para sacarnos una foto, porque nosotros lo valemos.

Además he de añadir que ese día se corría un maratón en la ciudad, por lo que había mucho ambiente, así que la cosa estuvo fenomenal.

Mi vuelta estaba prevista para el martes, pero gracias a la preciosa nube de ceniza del volcán Eyjafjalla tuve que quedarme por allí un día más, desde luego una interesante anécdota, es la primera vez que me pasa algo así, jejejejejeje.

Muy bien y con esto concluye mi visita por tierras germanas, espero que no sea la última vez que vaya a visitar a Ruth, aunque espaciaré mis visitas porque habrá acabado harta de mí la pobre, jejejejeje.

Aunque bueno, creo que no me podría ir sin añadir alguna fotillo más, creo que es lo suyo, jejejeje.

Con Ruth la cosa puede ponerse seria, pero en un segundo se le pasa y se pone a hacer gansadas contigo, jejejejejeje.




Y una de fotos artísticas:

















Y para terminar os diré una cosa, esta chica está mona se ponga lo que se ponga y además es de lo más apañada, ¡anda que no!
¡¡Muchas gracias por todo Ruth!!

domingo, 2 de mayo de 2010

Malta (Agosto 2009)

I'VE GOT A FEELING

Al final todo llega, y ahora le ha tocado el turno a Malta. El título de esta entrada no podía ser otro... I've got a feeling, esa fue la banda sonora de ese verano, la banda sonora del viaje a Malta.

Esta es una entrada complicada, puesto que el viaje dio muchísimo de si, no obstante es mi estancia más larga fuera de España. Allí nos juntamos un grupo de personas geniales y me siento muy afortunado al seguir manteniendo contacto con algunos de ellos.

Bien, dividiremos la entrada en 3 grandes apartados: Malta, Sprachcaffe y la Fiesta

MALTA

Empecemos por la propia Malta. Se trata de un archipiélago cuyas 3 islas principales son: Malta, Gozo y Comino y su capital es Valeta.

La verdad es que culturalmente hablando no tiene demasiado, pese a su estratégica posición en el Mediterraneo y que ha sido controlada por muchas naciones, fenicios, griegos, cartagineses, romanos... no posee construcciones demasiado relevantes.

La idea que uno se lleva cuando llega a Malta es que aquello está por hacer, todo tiene un cierto aspecto de semiabandono. A mí francamente me recordó a una república bananera.

Legendario es el tema de sus autobuses, archiconocidos en el mundo entero (o casi) por su color amarillo y su aspecto cutre. La leyenda que circula en torno a ellos es que están conducidos por ex-convictos, lo cual sin duda viene por el aspecto de sus conductores, quienes no dudan en "tangarte" con el cambio siempre que pueden.

El servicio de autobuses es horripilante, de hecho puede ser exasperante. Puedes esperar durante una hora al bus para que luego resulte que viene lleno y que no te puedes subir. Por ese motivo nosotros optamos por la opción de alquilar furgonetas (debido a nuestro elevado número), en ellas uno se puede mover por la isla sin problemas y por un precio razonable.

Como ya he dicho culturalmente Malta deja que desear bastante, si vas buscando encontrar museos y monumentos... la verdad es que te llevarás una decepción, salvo la ciudad del silencio Mdina y la capital, Valeta, en general podrás encontrar poquita cosa allí.

La cosa mejora y mucho cuando hablamos del tema naturaleza. La isla es rocosa y tiene preciosos acantilados rodeándola, además sus cristalinas aguas la hacen un lugar ideal para los amantes del buceo (cosa que sin duda estoy deseando hacer allí). Existen numerosas grutas y formaciones naturales, que son muy muy bonitos, como siempre, lo mejor en estos casos es enseñarlo.










Eso sí, todos los paseos en barca de lo más seguro, siempre te obligan a ponerte un chaleco, que esta gente es muy seria y sino te echan la bronca, jejejejejeje.



Ahhhhhh, se me olvidaba un dato muy importante, en Malta es casi imposible encontrar drogas, así que chabalitos... no lo intentéis, jejejejejejeje.



SPRACHCAFFE

Ese fue el lugar que nos reunió a todos, pues todos fuimos a Malta a hacer un curso de inglés, a algunos, bueno, a la mayoría, nos lo pagó nuestro querido gobierno, porque dirán lo que quieran, pero ZP es un tipo muy majo y tuvo a bien invitarnos a todos a una estupendas vacaciones.

A mí personalmente me recomendó esta academia el bueno de Falagan, porque "es la que tiene la piscina más grande", así que con esas premisas... ¿cómo decir que no? jejejejejeje.

La verdad es que el sitio estaba bastante bien, eran los antiguos cuarteles del ejército o algo así, por lo que tenía cierto aspecto de acuartelamiento.

Nuestra día a día allí no lo que pudiera decirse demasiado duro. Las clases se alternaban, un día por la mañana y al día siguiente por la tarde, de ese modo tenías tiempo para poder hacer visitas por la ciudad.

El centro de operaciones estaba situado en la piscina, desde allí se tramaban todos los planes, las horas transcurrían entre baños y tumbonas.

Hay que reconocer que la piscina era un pelín asquerosa, porque no tenía depuradora, traían el agua cada mañana y en ella se podían ver flotando matas asquerosas de pelo, papeles y demás lindezas... y no hablemos de su temperatura, que debía rondar los 40 grados, jejejejeje, llegabas a sudar metido en el agua.

El tema de las comidas era algo dispar, nos organizábamos un poco como podíamos, puesto que como he dicho, unos teníamos clases en un turno y otros en otro.

Nosotros íbamos a comer algunas veces a una cantina que había justo al lado, donde se comía moderadamente bien y otros días, pues se cocinaba lo que fuese en las habitaciones y listo.

Para las cenas sí nos reuníamos más, sobre todo cuando íbamos a cenar al restaurante de la escuela, donde pegamos algún que otro sablazo. Cuando no nos reuníamos yo solía cenar con Luis, que a base de sal y limón, le daba un puntito a todos los platos, jejejejejejeje.

Y así pasaron nuestros días en el Sprachcaffe, siempre haciendo nada, jejejejejeje.

Como veis ni he mencionado las clases en sí, jejejejeje, que no estuvieron mal, igual hasta aprendimos algo, pero claro, con tanta fiesta, fijo que lo olvidaríamos rápido, jejejejejejeje.


FIESTA

Porque si por algo es famosa Malta es por eso, por su fiesta. Allí se juntan jóvenes de toda Europa para estudiar inglés y claro... a la hora de salir de marcha eso se nota y mucho.

Todos los días se salía, ¿por qué? pues muy fácil, porque podíamos, jejejejeje.

La zona de bares, Paceville, la teníamos a un paseito de la academía, en un cuarto de hora o así nos plantábamos allí con ganas de quemar la noche. Había unas cuantas discotecas, pero nosotros nos pasamos la mayor parte de las noches en el Vodka Bar.

¿Por qué el Vodka Bar? bien, la explicación es muy sencilla, mientras que en la mayoría de sitios lo que se servían eran shots (que son los cubatas pequeñajos servidos con dispensador), en el Vodka tenían otro método... y con lo que le gustaba el alpiste a muchos, como para contradecirles, jejejejejeje.

¿Qué bebíamos?.......... bien, pues qué va a ser... jarrazas de vodka con red bull (en la foto las podéis ver). La verdad es que se consumían al por mayor, jejejejejeje, era impresionante el flujo de jarras que había, fijo que más de uno luego tuvo mono de red bull al volver a España, lo contrario no sería creíble.

Algún día también hicimos botellón. En la playa (o playa de arena de gato) resulta que estaba prohibido por lo que el lugar para hacerlo era o bien en el Sprachcaffe o en la 'Fucking beach', que de fucking no sé yo si tendría mucho, pero desde luego de beach no tenía nada de nada, jejejejeje, aquello, como el resto de la isla, eran pedrolos y más pedrolos, es lo que se lleva allí.

Y esto es Malta señores, mucha fiesta, aquello fue un no parar, aunque bueno, un servidor sí paró, tras la primera semana caí enfermo. Es que a los malteses les encanta el aire acondicionado y claro, cuando en la calle estás a 40 grados y en las clases a 17... pues como que hay cierto choque térmico. Además mi garganta es una basurilla, así que a poco que me descuido acaba por estropearse un poco, por lo que beber, lo que se dice beber, bebí muy poco, jejejejeje, botellas de agua, jejejejejeje, es que uno está mayor.

Bueno, pongamos más fotillos chulas, he de decir que me ha costado horrores elegir, porque tenemos tantas fotos... pero bueno, estas son sólo algunas de las muchas que tenemos, pequeños recuerdos que no olvidaremos.





















IN MEMORIAM









Porque siempre se van los mejores... McGregor, nunca te olvidaremos, jejejejejejeje.