viernes, 30 de septiembre de 2011

Un año en cifras


Supongo que este es un buen momento para recapitular un poco las cosas que he hecho este año, y como no hay nada más objetivo que los datos, aquí van unos cuantos:

- Aviones: 49
- Barcos: 2
- Trenes: 1
- Días viajando: 93
- Países nuevos visitados: 10
- Visitas: 30
- Días con visita:85

Y lo que es más sorprendente, un nuevo amigo, lo cual es uno más de lo que esperaba encontrar, y unos cuantos que bien pudieran llegar a convertirse en buenos amigos... el tiempo lo dirá.

Sin duda alguna un año de lo más interesante pero, como reza la imagen que ilustra esta entrada, lo mejor está siempre por llegar.

Muchas gracias a todos los que han compartido mi vida este año. Esta página del libro concluye hoy pero, quién sabe, tal vez en la próxima nos volvamos a encontrar.


lunes, 26 de septiembre de 2011

Cosas (materiales) que echaré de menos de Estocolmo

En la línea un poco de Lester comentaré las cosas, que a mi entender, más echaré de menos a mi vuelta a Spain.

Mi bici:

No hay nada que echaré más de menos que mi bici. Es un gran hierro oxidado, que casi no frena, las ruedas rozan contra el cuadro.... pero me encanta. Cualquiera que hable conmigo (o que lea este blog) sabe cuánto disfruto con ella. Es uno de mis hobbies, pero también es mi medio de transporte. Con ella recorro la ciudad a la velocidad del rayo.

Mi casa:

Qué pudo decir... llevo un año viviendo en ella, así que ya forma parte de mí. Sencilla, sin grandes lujos, práctica, funcional y un poco desordenada, vamos, un poco a mi imagen y semejanza. Su localización es una gozada, cerca de todos sitios, pero a la vez en un barrio tranquilo. Tener el lago Mälaren a un paso es otro punto a su favor.

La leche:

Los lácteos en general, pero la leche en particular será algo que echaré de menos. La leche en Suecia es semifresca, vamos, que te dura 5 o 6 días como mucho, lo cual es un coñazo, puesto que no puedes ir y comprar bricks para un mes. Como contrapunto a esto, resulta que está muy buena, y eso lo dice alguien que no es precisamente un defensor del consumo de leche (y que sola le gusta de poco a nada). Como decía al principio, los lácteos son excelentes, me encanta la mantequilla (creo que es la clave del éxito de mi super quesada) y el yogur, el cual también compro en brick.

Los kanelbullar:

Bollo típico sueco que me descubrieron mis primas Lorena y Virginia. Bueno, técnicamente yo sabía de su existencia, pero no fue hasta su visita que los probé, desde entonces... vivo enamorado, y le he contagiado ese amor a Gerardo, jejejejeje. Su consumo es obligatorio siempre que viajo a Arlanda, creo que hay una ley promulgada por aviación civil que insta a los pasajeros a comerse un kanelbullar siempre que se va al aeropuerto... y si no la hay, pues como si la hubiese, porque nosotros no perdonamos una.

Los escotes.

De sobra conocido es que las suecas son famosas por su belleza. Para los españoles las suecas son todo un mito erótico, sin duda culpa de ello la tienen Alfrendo Landa y sus colegas en aquellas "fascinantes" películas de los 60-70. Pero como aquí estamos hablando de cosas, y no de personas, habrá que destacar algo, y ese algo es el tamaño de los escotes. No es que las chicas vayan más escotadas, sinceramente no lo creo, pero lo que rellena esos escotes sí es más abundante.

Mi baño.

Sé que ya he hablado antes de mi casa y, técnicamente, el baño forma parte de la misma, pero hay dos elementos que deseo resaltar:
- Toallero: El toallero está formado por las tuberías del agua caliente, por lo que está ardiendo al tacto. De este modo las toallas en él depositadas siempre están calentitas.
- Grifo monomando de la ducha: La ducha es una gozada, el grifo tiene un selector donde seleccionas la temperatura de forma que cuando abre el grifo al instante sale como tú quieres. No tienes que tirarte media hora dándole un poquito a la caliente y un poquito a la fría...

Los cineforum.

Porque ver una película solo... pues es entretenido. Hacerse la cena para uno mismo... pues no está mal. En cambio, si combinamos ambas actividades y además le añades una gran compañía... el resultado es espectacular. Los cineforum son el momento ideal para experimentar e innovar, lo hacemos con la cena, inventando nuevos platos o probando nuevas combinaciones, y lo hacemos también con las películas, tirando unos días de clásicos y otros de la suerte. Las noches de cineforum se echarán de menos.

Y así no están todas las que son, pero sí son todas las que están...

lunes, 5 de septiembre de 2011

Noches en Estocolmo

Uno de los aspectos que positivamente sé que más echaré de menos cuando me vaya de Suecia serán los paseos nocturnos en bicicleta.

Me gusta salir con los compañeros de aquí, tomarme algo con ellos, echarnos unas risas y todo lo que trae consigo el "ritual de salir", pero lo que más disfruto, con gran diferencia, es la vuelta a casa.

Cuando me despido de todo el mundo y los únicos que quedamos somos mi bici y yo, ese es el mejor momento de la noche, la soledad, y la carretera para disfrutar de ella.

En ocasiones me gusta ir despacio, fijándome en cada detalle de la ciudad; los edificios, las calles ténuemente iluminadas, los canales... En cambio, en otras ocasiones me gusta ir deprisa, a toda velocidad, volando sobre el asfalto. De un modo u otro, resulta un placer sentir la brisa sobre el rostro, sentir cómo el viento acaricia tu pelo mientras la luna celosa lo contempla todo desde arriba.

Creo que por lo único que lamento no tener una cámara de verdad es por no poder sacar fotos nocturnas de Estocolmo, lamento no poder compartir lo que mis ojos ven cada noche, pero bueno, pensándolo egoistamente, me doy cuenta de que de este modo será otro secreto más que quedará entre esta ciudad y yo.